El Arm Pump. O agarrotamiento de brazos, como queráis. Esa molesta sensación en la que no puedes agarrarte a la moto ni por tu propia vida, todos lo habéis sentido en algún momento u otro. Te encuentras batallando, apretando a tope, presionando y tratando de ir lo más rápido posible cuando de golpe notas que se te inflan los brazos, se ponen duros como piedras, tus manos pierden fuerza y no te puedes agarrar del manillar. Pierdes la moto en cada curva, cada salto y solo hay una manera de acabar la manga, bajar ostensiblemente el ritmo. ¿Os suena, verdad?
Comencé a sufrir de agarrotamiento de brazos sobre los 14-15 años, en plena transición de 85 a 125cc. Me encontraba en mi último año en 85 y comencé a notar una extraña sensación en la que se me ponían los brazos como piedras, me dolían las manos. No me había pasado antes, ignoraba qué era. Hoy en día es algo mucho más común, pero en esa época no era algo tan común y la información era algo que escaseaba. Era algo que me pasaba de vez en cuando y lo comentaba con mi padre, pero no era algo que nos preocupara en exceso, supongo que la falta de información jugó un papel importante en ello, ya que no éramos capaces de identificar el problema, ¡no teníamos ni idea de qué se trataba! Cuando subí a 125cc esa sensación comenzó a ser más recurrente. Lo cierto es que no tenía su origen en el hecho de estar sobre una moto más grande, más pesada y potente, sino más bien en los cambios físicos que estaba experimentando. Llegamos a un punto en el que llegué a verme obligado a parar al final de cada vuelta o dos. ¡Era desesperante! Decidimos visitar a especialistas y médicos para recabar opiniones. Recopilamos toda clase de información, toda la que pudimos. Finalmente me operé, lo cierto es que noté una mejoría, aunque muy leve, pero una mejoría, al fin y al cabo. Traté de fortalecer los hombros, variar mi técnica, buscar zonas en los circuitos donde pudiera relajar más, ya fueran saltos o zonas específicas, pero eso en carrera es muy complicado, sobre todo cuando estás luchando por la victoria. ¿Qué os voy a contar? A veces, en carrera, cosas muy sencillas se convierten en cosas muy complicadas, ¿cuántas veces hemos visto a un piloto que no ha sido capaz de tirar de tirables en toda una manga debido al stress?
Pasó el tiempo y me volví a operar ya que la cosa no había ido como esperaba y además los médicos me dijeron que era muy mejorable. Aún así, la mejoría fue, de nuevo, muy leve. Me pasé mucho tiempo logrando poles para, luego, en carrera, mandarlo todo al traste a los quince minutos. Tuve que empezar a plantear estrategias de carrera teniendo esto en cuenta, y eso, pues es complicado. Hay que ir muy sobrado para poder permitirte ir algo más lento durante la primera mitad de la manga para poder apretar al final, y yo, simplemente no lo iba. Cuando llegué a cumplir los 25, y gracias a mi estilo de pilotaje, fino, sin abusar del embrague, con marchas altas, al subir a 450 logré templar un poco esta sensación de agarrotamiento en los brazos, fue cuando comencé a trabajar con Toni Solà, mi nutricionista a día de hoy.
Ya había pasado por tres operaciones y la cosa no mejoraba. Había escuchado muchas opiniones, algunos médicos me decían que se podía mejorar la cosa, pero recordad, llevaba ya tres operaciones, otros me decían que si la cosa no había mejorado ya eso era algo con lo que debía lidiar, algún médico me llegó a decir que lo dejase, que dejase el motocross porque era algo que me iba a perseguir toda la vida. Eso no iba a pasar. Con Toni trabajamos aspectos de mi nutrición a fondo, llevarme mi propia comida a los hoteles, tener un control más férreo sobre mi alimentación. Esto me llevó a mejorar mucho esta situación, pero todavía seguía teniendo problemas.
Recapitulando, había pasado ya por tres operaciones sin demasiado éxito, había tratado de adaptar mi pilotaje y estilo a la situación, pero la cosa seguía sin mejorar en exceso. Con Toni controlando al milímetro mi alimentación la cosa cambió, y ¡cambió mucho! Aprendí que la alimentación es básica para solucionar un problema como este, y cada vez le dediqué más atención, sin embargo, y a pesar de que la cosa había mejorado ostensiblemente, todavía quedaban pasos por dar. Había comenzado con el yoga, algo que iba a mejorar mi capacidad de concentración y mi respiración en carrera. La respiración es básica en este apartado. Logras que el oxígeno circule por tu sangre y llegue mejor a tus músculos, un músculo oxigenado es un músculo contento, y eso, creedme, se nota. No solo eso, he aprendido a trabajar más con los hombros, a respirar en los saltos, a soltarme en el aire, he mejorado mucho, y eso se ha notado, sobre todo en USA donde los nervios y la intensidad son muchos mayores que en el campeonato de España. Todo esto se basa en la experiencia de muchos años corriendo, y, a pesar de todo lo que os he contado, seguía teniendo problemas de antebrazos, muchos.
Notaba que había dado pasos de gigante, que cada vez estaba más cerca de la solución. Pero también notaba que me faltaba una pieza en este rompecabezas. Había empezado con el yoga, me había aprendido rutinas para mejorar mi capacidad en carrera, había comenzado a usar todo mi cuerpo, a fluir más con el trazado, me había empezado a nutrir como debía, pero faltaba algo. Mi intuición me decía que era algo relativo a la alimentación, algo de lo que carecía, porque, como os he dicho, mis sensaciones habían mejorado mucho, pero el maldito agarrotamiento seguía apareciendo, aunque esta vez era algo que aparecía en momentos concretos, y sin tener una causa concreta debido a las condiciones. Podría hacer frío o calor, estar bacheado o plano, haber barro, arena, que el maldito agarrotamiento aparecía cuando quería, no había una pauta. Estaba convencido de que se trataba de algo que tenía más que ver con mi alimentación que con mi preparación. Y la casualidad me llevó a descubrirlo.
Como sabéis, llevo ya unos años compitiendo en el campeonato americano de Supercross. Este año mi equipo tiene como sponsor principal a Ryno Power. Lo cierto es que yo siempre he tenido mi propio sponsor en temas de suplementos deportivos, pero en USA me obligaron a llevar Ryno Power, no podía seguir con el mío de siempre. Evidentemente lo tuve que hacer, de mala gana, pero lo tuve que hacer, y la sorpresa vino cuando ya de primeras noté alguna mejora. No me lo podía creer. ¿Había dado finalmente con la tecla? Es evidente que no existe una pastilla mágica para erradicar el agarrotamiento de brazos, había dado grandes pasos en esa dirección, pero como os decía, me faltaba algo. No sé exactamente qué es, no sé exactamente qué ingrediente en mis suplementos vitamínicos era el que necesitaba, pero haciendo las cosas bien, siguiendo una buena nutrición, estirando y calentando correctamente y aprendiendo a usar los productos de Ryno Power, descubrí que en unas dos semanas dejé de cargarme. Es la primera vez en mi vida que he podido correr en alta competición sin agarrotarme en absoluto. He notado cambios, cambios importantes. Paso los dubbies mucho más rápido, fuerte y seguro, he mejorado en cuanto a sectores. En definitiva, soy un piloto más fuerte y completo.
¿Es algo exclusivo de este suplemento vitamínico? No. Por supuesto que no. No estaría ahora en esta situación de no ser por todos los pasos que he dado con anterioridad. El yoga, los estiramientos, las rutinas en el circuito, un control de mi alimentación, esto es lo que me ha colocado en la posición de poder vencer al agarrotamiento, pero me faltaba una pequeña pieza, una pieza que ha resultado ser clave para poder vencer al agarrotamiento, y esta pieza me ha venido dada en forma de complemento vitamínico Ryno Power.
Lo cierto es que, a estas alturas, y tras estos años de via crucis, casi quince años, hoy por hoy puedo decir que por fin puedo pilotar como quiero, cuando quiero y porque quiero. Y eso me ha animado a compartir con vosotros mi experiencia. Yo no puedo controlar vuestras rutinas, vuestra alimentación, yo no puedo controlar que todos deis los pasos adecuados para que no tengáis que sufrir esta situación que casi me lleva a dejar el motocross y explorar otros terrenos, pero sí os puedo ayudar en una cosa. Os puedo conseguir una buena oferta si queréis probar los productos Ryno Power. Entra en https://www.themotolife.es/ y usa este código: mxvice1, prueba este producto. Recuerda que el producto no te va a ayudar si no sigues una estricta disciplina a la hora de alimentarte, de entrenar o de prepararte físicamente, pero es un pequeño extra. Un pequeño extra que hace una gran diferencia. ¡Ya me contaréis!
Texto: Daniel Makx | Imagen Principal: LS2 Helmets